Todo comienza en la boca

  MELISSA ORDÓÑEZ HURTADO

Promotora de lectura

Panza de burro es una novela personal, arriesgada, fresca e inteligente; la primera de la autora. La narrativa presenta el fenómeno de la oralidad; un dialecto canario infantil y rural, el cual vivifica a los personajes y dimensiona la trama. En ella se narra un mundo periférico desde la amistad, la pubertad, la precariedad, la naturaleza, las supersticiones y los trastornos alimenticios. La narradora es una niña de diez años, la mejor amiga de Isora, quien nos cuenta del verano en que las dos amigas están tornando a la adolescencia, se tocan, juegan a embarazar a sus barbis, memorizan las letras de sus canciones favoritas de Aventura, se pelean, en ratos son enemigas y en otros se besan como “los novios”. Las protagonistas se encuentran en el complejo paso a la adolescencia, viviendo lo visceral de la amistad que se siente como el primer amor, la masturbación sangrante, el despertar sexual, los primeros besos entre amigas, el machismo, y la obsesión y el repudio por comer para verse más flacas. La típica comida canaria (los munchitos, risketos, conguitos, cubanitos; las papas con costillas, piñas y mojo) se vuelve un tema deseado y prohibido para Isora, una niña-puberta gorda, que, cuando está en régimen alimenticio desea ansiosamente ver comer a manos llenas a su amiga, nuestra narradora.

(@lecturassinvacio)

ANDREA ABREU

Panza de burro, Elefanta, 2021.